Arriesgarlo todo para buscar seguridad y luego ser tratado como un criminal.

“En esta selva te vas a morir si no tienes una buena estrategia”, dijo Louckensia Paul, de 28 años, al recordar su travesía por la selva del Darién en Panamá. «Es un lugar peligroso. Hay animales salvajes y rutas que no son accesibles y de difícil travesía. Llega un punto en el que te quedas sin comida y tienes que usar todas tus fuerzas para intentar salir”.

Paul fue entrevistado en Nuevo Laredo en mayo mientras intentaba llegar a Estados Unidos por segunda vez. Ella se había ido de Haití hace años y vivía en Chile y luego decidió intentar llegar a los Estados Unidos. Después de cruzar nueve países y arriesgar su vida cruzando la selva del Darién, llegó a los EE. UU. en diciembre de 2021, pasó siete días bajo la custodia de los EE. UU. y fue rápidamente deportada a Haití.

«En Texas, me subieron a un autobús con cadenas, alrededor de la cintura, los tobillos y las manos», dijo. «He estado pensando en todo el viaje y los sacrificios que hice para que me hicieran esto y me trataran como a un criminal».

De regreso en Haití, su familia la instó a intentar nuevamente llegar a los Estados Unidos.

«Fue una alegría verla, pero también fue triste», dijo Paul. «Me sentí como si estuviera en un funeral porque la situación en Haití es muy mala. Todos me decían no te quedes aquí, haz algo y regresa rápido porque aquí no hay nada. Solo pienso en lo horrible que es volver a mi país y no sentirme feliz de estar con mi familia porque la situación es muy mala».

MSF ha pedido repetidamente el fin del Título 42 y el fin de los vuelos de deportación a Haití por motivos humanitarios. Haití se encuentra en medio de una crisis humanitaria, económica y política. La lucha abierta estalla en las calles de la capital, con un número cada vez mayor de personas heridas y muertas, incluso por balas perdidas, mientras que muchas no pueden acceder a atención médica o necesidades básicas como agua potable.

Ningún país debería enviar gente de vuelta a Haití. Estados Unidos debe poner fin de forma permanente a todos los vuelos de deportación y facilitar aún más el acceso a los procedimientos de asilo para los haitianos.