Una asociación en una red de salud desangrado por los recortes presupuestarios

En respuesta a la salida de personal, que ha empeorado desde la pandemia, el gobierno derechista de la Coalición Avenir Québec (CAQ) anunció con bombos y platillos que se ofrecerían bonificaciones a las enfermeras que permanecieran en la red pública. Como denunciaron muchos trabajadores en las redes sociales, este plan es fraudulento por varias razones.

Según el gobierno, las enfermeras que permanecieron en la red pública y aceptaron un puesto de tiempo completo podrían recibir un pago de hasta $15,000 durante dos años. En realidad, se ofrece una cantidad inicial de $5,000 para el primer año, pero las enfermeras deben cumplir con un conjunto estricto de condiciones para recibir los $10,000 restantes.

Por ejemplo, una enfermera que se ausentara sin un motivo considerado «válido» perdería todos los premios y se vería obligada a reembolsar todo. Según lo estipulado en el decreto ministerial que enmarca las medidas -y como ha sido el caso con los decretos impuestos durante la pandemia- los cuidadores se verán obligados a aceptar viajes a otros establecimientos, de lo contrario perderán sus primas.

Cabe señalar que el anuncio de las bonificaciones se produce pocas semanas después de que la Fédération interprofessionnelle de la santé (FIQ) y otros sindicatos de la salud ratificaran nuevos convenios colectivos que mantienen las tan odiadas horas extraordinarias obligatorias (TSO).

Enfermeras en una manifestación organizada por FIQ frente a la Asamblea Nacional de Quebec el 11 de junio (Crédito de la imagen: FIQ)

Los bonos en realidad representan un plan de retención de personal que sigue los objetivos clave del gobierno impuestos el mes pasado junto con el FIQ, a saber: hacer que las enfermeras y los trabajadores de la salud trabajen más en contra de su voluntad, particularmente mediante la eliminación de los trabajos a tiempo parcial y su extensión de la semana laboral.

No tiene absolutamente nada que ver con la revisión del sistema de salud, que requeriría miles de millones de dólares para construir nuevos hospitales, contratar a miles de trabajadores de la salud, reducir la proporción de pacientes por personal y generar aumentos salariales muy por encima de la inflación y en los beneficios. a tener en cuenta al calcular la jubilación, que no es el caso de las bonificaciones.

Leopoldo Espín

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