HAN ZHENG, vicepresidente de chinaPidió a la comunidad internacional “seguir la dirección de un mundo multipolar” y “hacer que la gobernanza global sea más justa y equitativa”. Destacó que existe una sola China en el mundo, representada por el Gobierno de la República Popular China como único gobierno legítimo para toda China. “Taiwán ha sido una parte inalienable del territorio chino desde la antigüedad”, subrayó. Nadie ni ninguna fuerza debería subestimar jamás la firme determinación, la firme voluntad y el poder del pueblo chino para proteger su soberanía e integridad territorial. «Lograr la reunificación total de China es un objetivo común» y su gobierno «seguirá luchando por una reunificación pacífica con la mayor sinceridad y esfuerzo». En términos más generales, afirmó: «China apoya firmemente el sistema internacional con las Naciones Unidas en su centro» y se opone a la hegemonía, la política de poder, el unilateralismo y la mentalidad de la Guerra Fría. Hizo hincapié en que China “nunca ejercerá hegemonía ni se expandirá” y que “la independencia es la característica definitoria de la diplomacia china”.

Pidió mantener la seguridad tanto en las áreas tradicionales como en las no tradicionales e instó a que no se librara una guerra nuclear y que «no se usaran» armas nucleares. Señaló que China es el único miembro permanente del Consejo de Seguridad que no ha prometido el primer uso de armas nucleares y reconoció la «gran importancia» del control de armas convencionales y la próxima ratificación por parte de China del Protocolo de las Naciones Unidas sobre armas de fuego. En cuanto a Ucrania, dijo que el cese de las hostilidades y la reanudación de las conversaciones de paz eran la única manera de resolver la crisis, con China dispuesta a seguir desempeñando un papel constructivo para lograr la paz. En Oriente Medio, destacó que China seguirá apoyando la justa causa palestina de restaurar los derechos nacionales legítimos, que es el núcleo de la cuestión de Oriente Medio. La salida fundamental reside en una solución de dos Estados. En América Latina, China “apoya firmemente al pueblo cubano en su justa lucha” para defender su soberanía y resistir la interferencia y el bloqueo extranjeros.

Reiteró que el desarrollo debería estar en el centro de la agenda internacional, con “resultados beneficiosos para todos” que lleguen a todos los países e individuos de una manera más equitativa. El año pasado, con motivo del décimo aniversario de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, citó más de 3.000 proyectos de cooperación y 16.000 servicios de carga en el Ferrocarril Expreso China-Europa como ejemplos de la vitalidad de la iniciativa. Además, China seguirá siendo un país en desarrollo y un “miembro natural del Sur Global” que está decididamente comprometido a salvaguardar sus derechos e intereses legítimos. En cuanto a los derechos humanos, reiteró la oposición de China a la politización y los dobles estándares, particularmente el uso de los derechos humanos y la democracia como herramienta política para interferir en otros países. Reiteró que la diversidad de civilizaciones es un activo invaluable para el desarrollo humano y que los diferentes países deben prosperar juntos respetándose mutuamente y buscando puntos en común dejando de lado las diferencias.

Sobre el cambio climático, reiteró la necesidad de implementar plenamente el Acuerdo de París, dejar de construir nuevos proyectos de energía a carbón en el extranjero y apoyar vigorosamente a los países en desarrollo para que construyan más proyectos de energía verde. Hizo un llamado a los países desarrollados a hacer más para reducir las emisiones y proporcionar financiamiento, tecnología y apoyo para el desarrollo de capacidades a los países en desarrollo. China seguirá dando prioridad a la protección del medio ambiente y promoviendo un desarrollo verde y con bajas emisiones de carbono. A través de la modernización y renovación de China, el país se esfuerza por lograr la armonía entre la humanidad y la naturaleza mientras promueve el progreso material ético.