JOÃO MANUEL GONÇALVES LOURENÇO, Presidente de Angola, dijo que casi 78 años después de la fundación de la Organización, todavía no era posible evitar el surgimiento de focos de tensión que degeneraron en conflictos abiertos. La gestión de los intereses a nivel global en términos de seguridad, ciencia, tecnología y recursos aún no se corresponde con los intereses de las diferentes naciones y pueblos. «No se puede dejar de reconocer que la brecha entre los países en desarrollo y los desarrollados sigue siendo una realidad inaceptable», afirmó. Debido a que no están adecuadamente representados en muchas de las instituciones de gobernanza mundial, los países en desarrollo no pueden expresar sus sensibilidades y así contribuir a formular soluciones a sus problemas. “Esta situación genera miedo y frustración entre las poblaciones más vulnerables, que fácilmente se vuelven vulnerables a influencias negativas porque no se cumplen sus expectativas”, subrayó.
En las últimas décadas, muchos países africanos han resuelto conflictos, invertido en desarrollo socioeconómico y promovido la educación de sus ciudadanos, afirmó. Sin embargo, la falta de perspectivas económicas y sociales en muchos países crea el caldo de cultivo para el debilitamiento de las jóvenes democracias del continente. «En África hemos tratado de encontrar salidas a la situación actual, como la iniciativa de crear la Zona de Libre Comercio Continental Africana», afirmó. Sin embargo, sigue siendo una desafortunada realidad que muchos jóvenes africanos se ven obligados a intentar perseguir sus sueños fuera de su continente, embarcándose a menudo en peligrosos viajes a través del Mediterráneo.
Angola quiere ayudar a reducir las tensiones en la región de los Grandes Lagos, continuó, reiterando la necesidad de una financiación adecuada y predecible para los esfuerzos antiterroristas en el continente. “Estamos cada vez más convencidos de que hay una mano invisible que está interesada en desestabilizar nuestro continente y sólo le importa ampliar su esfera de influencia”, afirmó. La comunidad internacional sigue profundamente preocupada por la situación en el Sahel, el Cuerno de África, Mozambique, la República Democrática del Congo y Sudán. El mundo tampoco debe olvidar el sufrimiento del pueblo palestino, y mucho menos ignorar la necesidad de resolver el conflicto en el Medio Oriente, en particular el conflicto palestino-israelí. En Europa, la guerra entre la Federación de Rusia y Ucrania merece atención y debe terminar de inmediato.
La reforma del Consejo de Seguridad debe reflejar la realidad de los tiempos, enfatizó. A África se le debe conceder membresía permanente en el Consejo. También destacó la necesidad de cumplir con las resoluciones sobre el embargo contra Cuba y el conflicto de décadas en Medio Oriente entre Israel y Palestina. “Es importante recordar que en 2021 asistí a una reunión del Consejo de Seguridad en esta ciudad para discutir la cuestión del levantamiento del embargo de armas contra la República Centroafricana”, recordó además. Respecto al cambio climático, llamó a la comunidad internacional a intentar reducir los contaminantes, la deforestación y el calentamiento global.
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