Panamá a menudo tiene mala prensa. En octubre pasado, el país volvió a estar en discusión como parte de la encuesta llamada Pandora Papers. De los cientos de políticos y funcionarios cuyos nombres aparecen en los documentos (incluidos tres expresidentes panameños), casi la mitad eran clientes de una firma de abogados con sede en el país.
Estas revelaciones se producen apenas cinco años después del asunto de los Papeles de Panamá, que expuso las dudosas prácticas de otra firma panameña ahora desaparecida, Mossack Fonseca, que alguna vez fue uno de los principales proveedores de servicios financieros extraterritoriales del mundo.
El pequeño país se ha ganado así la reputación de facilitar los trucos financieros de los ricos y poderosos del mundo. En este contexto, uno podría verse tentado a verlo solo como un centro de corrupción y financiación ilegal.
Cuatro elementos perturbadores
Panamá es un ejemplo particularmente notable de éxito político y económico en América Latina.
El país no solo ha logrado mantenerse como una democracia estable durante los últimos treinta años, sino que también ha experimentado el crecimiento económico más rápido de la región y ahora es uno de los países más desarrollados de América.
Su éxito confunde a los politólogos de varias maneras. Cuatro elementos son particularmente preocupantes.
Primero, Panamá es uno de los pocos países del mundo donde se estableció la democracia después de una invasión militar. La Operación Causa Justa, lanzada por Estados Unidos en diciembre de 1989, dejó cientos de muertos y fue ampliamente denunciada por la comunidad internacional, pero hay que reconocer una cosa: tuvo los resultados esperados.
La democracia ha echado raíces
La caída del dictador Manuel Noriega [1983-1989] permitió a Guillermo Endara, ganador de las elecciones presidenciales de mayo de 1989 [que Noriega s’était refusé à reconnaître]para cumplir con sus tareas. La democracia echó raíces poco después.
Panamá es un país «libre» desde 1995ESP Casa de la libertad americana [qui mesure la démocratie selon de nombreux critères].
El país también ha evitado muchas de las trampas experimentadas por otras democracias latinoamericanas, como golpes de Estado, elecciones de dictadores y el colapso de los sistemas multipartidistas.
Eso no es poca cosa, especialmente considerando que Panamá y Granada son los dos únicos países desde la Segunda Guerra Mundial que se convirtieron en democracias después de una invasión militar. [en 1983 pour la Grenade].
¿Por qué Panamá tiene tanto éxito? A diferencia de Irak y Afganistán, Panamá era un país de ingresos medios en el momento de la invasión estadounidense, sin diferencias religiosas o lingüísticas significativas.
Además, el país ya contaba con décadas de experiencia en democracia cuando se dio el golpe de estado que la condujo
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