Dos de los hijos del expresidente panameño Ricardo Martinelli fueron liberados el miércoles de una prisión estadounidense después de cumplir sentencias por cargos de corrupción y regresaron a su país, y Washington prohibió a la familia volver a ingresar a Estados Unidos, dijeron las autoridades.
Luis Enrique y Ricardo Martinelli quedaron en libertad por buena conducta poco antes de cumplir sus tres años de condena, dijo a la AFP un portavoz de la Oficina Federal de Prisiones.
Los hermanos admitieron haber recibido $28 millones en sobornos relacionados con el caído en desgracia del gigante brasileño de la construcción Odebrecht, $19 millones de los cuales pasaron por cuentas estadounidenses.
Se declararon culpables en diciembre de 2021 tras ser extraditados de Guatemala a Estados Unidos.
En mayo del año pasado fueron condenados a tres años de prisión. Cumplieron un total de dos años y medio, incluido el tiempo que ya habían pasado detenidos en Guatemala y Estados Unidos antes de su condena.
Tras su liberación, los hermanos volaron a Ciudad de Panamá en un vuelo regular, dijo a la AFP su abogado, Carlos Carrillo.
Acompañados por agentes estadounidenses, llegaron al aeropuerto de Tocumen en la capital panameña, donde funcionarios judiciales les informaron sobre los cargos y luego los liberaron.
Los hermanos fueron acusados de lavado de dinero y soborno, pero habían pagado una fianza de $14 millones al poder judicial panameño para permanecer en libertad mientras sus casos se abren paso en los tribunales.
En Washington, el secretario de Estado, Antony Blinken, anunció que el expresidente Martinelli y sus familiares directos no podrían ingresar a los Estados Unidos.
«Aceptar sobornos por contratos gubernamentales socava la integridad de las instituciones democráticas de Panamá y alimenta las percepciones de corrupción e impunidad», dijo Blinken en un comunicado el miércoles por la noche.
«Estos nombramientos refuerzan el compromiso de Estados Unidos de luchar contra la corrupción, que daña el interés público, obstaculiza la prosperidad económica de los países y limita la capacidad de los gobiernos para responder con eficacia a las necesidades de su gente», añadió.
Odebrecht admitió en 2016 que ella y sus filiales habían pagado $788 millones en sobornos entre 2001 y 2016 para obtener contratos para alrededor de 100 proyectos en Panamá y otros 11 países. Acordó pagar a las autoridades estadounidenses 3500 millones de dólares en multas.
Martinelli, de 70 años, quien gobernó Panamá de 2009 a 2014, quiere volver a postularse para la presidencia de su país en 2024 a pesar de haber sido citado por lavado de dinero.
«Típico ninja de la televisión. Amante de la cultura pop. Experto en Internet. Aficionado al alcohol. Aspirante a analista. Aficionado general al tocino».