CIUDAD DE PANAMÁ, Panamá – Un tribunal dictó el viernes la pena máxima de 50 años de prisión en Panamá a siete miembros de una secta que asesinaron a una mujer y seis niños en un rito religioso en una parte remota de la nación centroamericana.

El tribunal de la provincia de Bocas del Toro condenó a otros dos miembros del culto Nueva Luz de Dios a 47 años de prisión cada uno.

El culto había operado en la aldea de Ngabe Bugle de El Terron en la costa caribeña de Panamá durante unos tres años, pero los aldeanos dijeron que cambió después de que un miembro tuvo una visión que les dijo a los predicadores laicos que estaban «ungidos» para exterminar a los infieles.

El 13 de enero de 2020, el grupo llamó a varios aldeanos a su iglesia improvisada en un largo cobertizo de madera.

Una de las 14 personas salvadas de la iglesia al día siguiente, Dina Blanco, dijo que se fue con su hija de 9 años, que tenía epilepsia, su hijo de 15 años y su padre.

Cuando llegaron, se les dijo que no abrieran los ojos y se tomaran de la mano y oraran.

«Sentí que algo me golpeó la cabeza y luego no sé qué me pasó», dijo a The Associated Press el año pasado. «Caí de rodillas».

Las autoridades dijeron que los miembros del culto usaron Biblias, garrotes y machetes para golpear a los feligreses, algunos de los cuales se vieron obligados a desvestirse y caminar sobre brasas encendidas.

Entre los muertos se encontraban la hija de Blanco, su vecina embarazada y cinco de los hijos de la mujer. Sus cuerpos fueron colgados en hamacas y arrojados a una fosa común recién cavada en el cementerio del pueblo.

El pueblo con alrededor de 300 habitantes está en gran parte aislado del mundo exterior. Los residentes tienen que caminar durante horas por calles estrechas empinadas y embarradas para convocar botes que los lleven por un río a otras aldeas que tienen electricidad, teléfonos, clínicas y presencia policial.