Por tercer año consecutivo, el Lycée du Mont-Dore organiza la Semana de la Cultura. Una manera de descubrir las diferentes comunidades que conforman el país a través de hábitos y costumbres.
Talleres de tejido vegetal, música polinesia a ritmo de ukelele, vestir el traje tradicional galés… La tercera edición de la Semana de las Culturas arrancó el lunes 1 de agosto en el Instituto Mont-Dore con el mejor de los augurios.
Por ejemplo, los alumnos podrían hacer coronas de flores con la asociación To’U Ai’A. «Una gran oportunidad para descubrir mi cultura», se entusiasma Perle Perriollat, en segundo profesional. «Soy un mestizo tahitiano y no sabía nada de mi abuela».
El adorno floral ha dado paso a los sonidos polinesios. Teïna Cologna, estudiante de segundo año en Mont-Dore High School, dice que está emocionada de ser parte de las canciones. “Es enriquecedor descubrir una nueva cultura que no es la mía, es muy bonita, toca”, ella comenta.
El Lycée du Mont-Dore es parte de un enfoque compartido, explica Steve Annery, profesor de economía y ciencias sociales. “Nos permite, simplemente, compartir hábitos y costumbres y también participar en el proyecto de la escuela, que tiene como objetivo promover la mezcla que tenemos en el Lycée du Mont-Dore. Los estudiantes también pueden expresarse de otras maneras. Artístico, artesanal, y sobre todo para resaltar su cultura.”
Este miércoles, los alumnos de secundaria descubren otras culturas a través de lecturas de cuentos tradicionales canacos y talleres de costura indonesios. La semana de las culturas finaliza el viernes con el encuentro de todas las comunidades.
Un informe de Natacha Lassauce-Cognard y Carawiane Carawiane
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