(Bogotá) Este martes, por iniciativa del presidente de Colombia, Gustavo Petro, una veintena de países se reunieron en Colombia para tratar de retomar el diálogo en la vecina Venezuela entre el gobierno chavista de Nicolás Maduro y su oposición, apoyándose en las llamadas «posiciones comunes», pero por por el momento sin resultados concretos.
Para Bogotá, el objetivo de esta cumbre, marcada por el paso explícito e inoportuno del opositor Juan Guaidó, era “contribuir a la reanudación del diálogo político”, mientras que las negociaciones iniciadas en Ciudad de México en agosto de 2021, ya con mediación internacional, han sido en espera desde noviembre. No fueron invitados ni la oposición ni las autoridades venezolanas.
La reunión duró toda la tarde a puertas cerradas en Bogotá en el Departamento de Estado en presencia de varios enviados especiales estadounidenses, incluido el asesor adjunto de seguridad nacional Jonathan Finer y el jefe de la diplomacia europea Josep Borrell.
«Sin gran inauguración»
Al término de los debates, los diplomáticos destacaron «la necesidad de elaborar un calendario electoral que permita elecciones libres, transparentes y con todas las garantías para todos los actores venezolanos en 2024», dijo a la prensa el canciller colombiano. Álvaro Leywa.
Las delegaciones han establecido «posiciones comunes» sobre un posible «levantamiento de las diversas sanciones contra Venezuela», según Leyva, quien no especificó si México y cuándo se reanudarían las negociaciones directamente entre los actores de la crisis.
El ministro tampoco especificó si Estados Unidos y otros países se han comprometido a levantar esas sanciones. Por otro lado, aseguró que el presidente Petro convocaría «rápidamente» una nueva cumbre con los mismos invitados «para seguir la evolución de lo logrado» este martes.
Por su parte, en un comunicado publicado en Twitter por su canciller, Yvan Gil, el Gobierno venezolano «tomó nota de las deliberaciones» durante la conferencia y reiteró la «absoluta necesidad» de levantar las sanciones.
Según un asistente, que habló bajo condición de anonimato a AFP, la cumbre resultó en «un buen intercambio de posiciones pero no una gran apertura», y Estados Unidos «no parece dispuesto a dar un pequeño paso por no esperar a un paso en contra, como liberar una pequeña porción de los fondos congelados por el mecanismo de la ONU».
“Este tipo de reuniones genera una gran expectativa o, por el contrario, puede llevar a una gran decepción”, advirtió el presidente Petro en su discurso de apertura.
Y proponer “ir en dos direcciones”: hacia el establecimiento de “un calendario electoral (a partir de 2024) y sus garantías para que el pueblo venezolano pueda decidir libre y soberanamente lo que quiera, sin presiones”. Y, en paralelo, impulsar el “levantamiento de sanciones” contra Venezuela, exigencia recurrente del gobierno de Maduro.
» Cuando y cómo… »
La cumbre estuvo particularmente marcada por la llegada espontánea del opositor Guaidó a Bogotá, a quien se le prohibió oficialmente salir de Venezuela desde 2019 y ha sido procesado por el poder judicial de su país, en particular por “traición a la patria”.
Guaidó llegó «irregularmente» a territorio colombiano, según las autoridades locales, y finalmente salió de Bogotá durante la noche en un vuelo comercial a Miami, alegando haber sido deportado.
Guaidó, considerado por Estados Unidos como el presidente de facto de su país a principios de 2019 tras la controvertida reelección del presidente Nicolás Maduro en mayo de 2018, “no fue expulsado”, replicó el presidente Petro.
A fines de 2022, la dividida oposición venezolana puso fin al “gobierno interino” de Juan Guaidó.
Colombia fue el principal aliado de Guaidó en la región cuando estaba encabezada por el predecesor de Petro, el conservador Iván Duque. Los dos países rompieron lazos en 2019.
Gustavo Petro, elegido el primer presidente de izquierdas de Colombia en el verano de 2022, ha protagonizado un acercamiento espectacular a Caracas, ha retomado las relaciones diplomáticas y se ha implicado en el proceso de negociación política. Desde su toma de posesión, se reunió cuatro veces con el presidente venezolano y reabrió la frontera.
El jueves pasado, Petro instó al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, a eliminar gradualmente las sanciones a Venezuela a cambio de garantías para las elecciones presidenciales de 2024.
Incluso antes de la cumbre, Maduro minimizó su margen de maniobra e instó a Estados Unidos a liberar casi 3200 millones de dólares en activos venezolanos para implementar los programas sociales negociados entre el gobierno y la oposición gubernamental en noviembre.
Según el ministro Leyva, los países presentes este martes en Bogotá informarán al «presidente Nicolás Maduro» y a los «partidos y sectores de la oposición y de la sociedad civil sobre los resultados de la cumbre para que los evalúen y comenten».
“Es obvio que un proceso de normalización democrática debe ir acompañado de un levantamiento paulatino de las sanciones”, comentó el jefe de la diplomacia de la UE al inicio del debate. «Todo el problema es saber cuándo y cómo».
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