Desde que Gustavo Petro asumió como jefe de Estado en agosto pasado, el avión presidencial que viaja alrededor del mundo también se ha utilizado para repatriar el patrimonio arqueológico de Colombia disperso en el extranjero.
Al menos 560 objetos precolombinos regresaron al país durante los intensos viajes diplomáticos en poco más de un año de gestión.
Estos 30 viajes alrededor del globo, criticados por la oposición por innecesarios y costosos, permitieron la devolución de piezas que estaban esencialmente en manos de coleccionistas privados de Estados Unidos, Reino Unido, Bélgica, España, Alemania o México y formaban parte de un Esfuerzo coordinado entre el Departamento de Estado y el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (ICANH).
El gobierno respondió a las críticas diciendo que la repatriación del patrimonio arqueológico es parte de una estrategia de “uso eficiente de los recursos”, enfatizando la diferencia con el gobierno anterior, que sólo había repatriado 18 piezas en cuatro años.
Para Catalina Ceballos, directora de asuntos culturales del Departamento de Estado, es una forma de “hablar de descolonización desde una perspectiva diferente”.
– Cerámica antigua –
El coordinador del grupo de antropología del ICANH, Juan Pablo Ospina, destaca que “el éxito” de la devolución de un gran número de obras del patrimonio cultural es consecuencia de la “plena disponibilidad” del avión presidencial en el que se “envasan las piezas”. y debidamente protegido” para Viajes”.
También hay retornos en el mar, como 12 piezas arqueológicas encontradas recientemente a bordo del buque escuela de tres mástiles de la Armada de Colombia, el Gloria, a su regreso de Costa Rica.
Estos reembolsos son principalmente el resultado de muchos años de trabajo diplomático. Según los acuerdos, el ICANH es responsable del registro, catalogación, transmisión, recepción y, en algunos casos, preservación.
La mayoría de los tesoros arqueológicos de Colombia son piezas cerámicas de diferentes épocas y culturas, las más antiguas tienen entre 6.000 y 7.000 años y fueron descubiertas en el Caribe, explica Ospina. «Esta es una evidencia muy antigua de la existencia de la cerámica».
En otras partes de Colombia, el uso de la cerámica se remonta aproximadamente al año 1.000 a.C. BC, principalmente en rituales religiosos y ritos funerarios.
A diferencia de Perú con los incas o México con los aztecas, en la zona que hoy forma Panamá, Venezuela, Colombia y parte del norte de Ecuador y que en la arqueología latinoamericana se denomina “zona intermedia” no se formaron grandes imperios.
Aquí no hay pirámides ni orfebrería en oro o plata, con una excepción: el Tesoro de Quimbayas, una colección de oro de 122 piezas descubierta a finales del siglo XIX en un pequeño pueblo del departamento de Quindío (Occidente) y donada en su momento. a la Reina de España y hoy expuesta en el Museo de América de Madrid.
publicado el 4 de noviembre a las 16:35, AFP
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