Cómo experimentar la cocina panameña

Panamá tiene una rica historia culinaria que los visitantes pueden explorar mientras visitan el país.

Sus tradiciones indígenas están profundamente arraigadas en la diversa herencia epicúrea del país. A medida que Panamá creció como nación, el país desarrolló sus tradiciones culinarias de muchos lugares del mundo, incluidos los colonos españoles, los esclavos de África, los trabajadores ferroviarios chinos y los franceses, antillanos, europeos y estadounidenses que trabajaron para construir Panamá. Canal.

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Este intercambio de ingredientes ha dado como resultado platos panameños únicos y distintivos que los visitantes pueden degustar en el país hoy.

Nombrada Ciudad Creativa de la Gastronomía por la UNESCO, la Ciudad de Panamá alberga una excelente escena de bares, restaurantes animados, vendedores de carritos tradicionales y más. También es un punto de acceso para jóvenes chefs que vienen a exhibir sus platos contemporáneos derivados de las tradiciones gastronómicas de Panamá.

Los visitantes pueden visitar el restaurante A to Z del chef Ariel Zebede en la ciudad de Panamá, donde encontrarán una experiencia emergente inmersiva y un menú de degustación de varios platos en la mesa del chef.

José Olmedo Carles Rojas es Chef Ejecutivo en Fonda Lo Que Hay en Casco Viejo y en La Barca y Los Náufragos en Eco Venao en Playa Venao. Fonda Lo Que Hay sirve un menú para compartir de platos panameños con nombres atractivos como Concolon Sexy, arroz frito.

La chef Patricia Miranda-Allen dirige Cerro Brujo Gourmet, un restaurante en el pueblo rural de Volcán. Desde 1999, la casa ofrece gastronomía sostenible y platos con verduras locales de las fincas de los alrededores.

Las Tierras Altas de Chiriquí son conocidas por otra tradición panameña: el café.

Es el punto más alto del país y su rico suelo volcánico y temperaturas suaves crean el ambiente ideal para el cultivo de frijol. Geisha, un grano arábica traído a Panamá desde Etiopía, es una de las variedades más conocidas de la región.

Fincas cafetaleras como Don Pepe Estate Coffee, establecida en 1898, ofrecen recorridos para los visitantes.

Los visitantes pueden combinar su café con otra delicia panameña: el chocolate. En Bocas del Toro, el cacao se cultiva y se convierte en dulces que se venden en todo el país. En Nomé Chocolate en la ciudad de Panamá, los visitantes pueden disfrutar de una lección de cocina en la cocina.

Los viajeros interesados ​​en las comunidades indígenas de Panamá también pueden aprender sobre sus tradiciones culinarias. Los Emberá permiten recorridos programados de su pueblo dentro de la cuenca del Canal de Panamá y ofrecen almuerzo a los visitantes.

También se pueden organizar tours para visitar los Ngäbe Buglé y cocinar con las mujeres del pueblo que son las cocineras. Estas visitas se pueden realizar a través de SOSTUR la Red Panameña de Turismo Comunitario, que promueve el empoderamiento y desarrollo de empresas de turismo rural y comunitario en Panamá.

Leonor Garza

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