Una isla privada salvaje
Con la llegada del verano, todos queremos descubrir nuevas actividades y vivir experiencias únicas. ¿Y qué mejor manera de pasar unas vacaciones de ensueño que el clima favorable y el ambiente relajado de la costa sur de Panamá? Un lugar en particular presagia una renovación ecológica, económica y social de la región.
Pearl Island es una isla privada con vista al Océano Pacífico que se extiende por casi 30 kilómetros de costa. Incluye catorce playas privadas y uno de los santuarios marinos y de aves más ricos del mundo.
Una verdadera fusión de naturaleza y arquitectura, este destino promete a sus visitantes una desconexión total. En el programa: gastronomía, experiencias únicas y bienestar.
Un verdadero destino de lujo
Pearl Island lleva la experiencia vacacional a otro nivel. La isla está dotada de un patrimonio cultural muy rico y tiene restos que datan de más de 5000 años. Estos sitios arqueológicos son una parte integral de las atracciones turísticas de la isla.
Ya sean los dos restaurantes de clase mundial, el completo servicio de conserjería o las numerosas actividades que se ofrecen, cada espacio promete momentos únicos.
Las rutas de senderismo de la isla
Los turistas pueden explorar las maravillas de este paisaje virgen y biodiverso, donde el 70% de la superficie de la isla está protegida como reserva natural, a pie o en bicicleta.
Deportes acuáticos
Las tranquilas aguas de las Costas son perfectas para practicar snorkel. paleta pizarrahaciendo kayak bucear.
el club de playa
Con sus impresionantes vistas y su ubicación frente al mar, el Beach Club es el centro social de Pearl Island. Vaya allí para nadar, leer, encontrarse con amigos o simplemente relajarse.
«Pionero de Internet. Alborotador. Apasionado amante del alcohol. Defensor de la cerveza. Zombie ninja».