«Con estos campeones de Cali, el futuro del deporte salvadoreño podría cambiar y el viento podría soplar a su favor», dice el editor de CANCHA Gustavo Flores luego de los Juegos Panamericanos Junior.
Lejos de los trending topics en las redes o de las estériles y repetidas discusiones sobre los kilos de más o menos en los futbolistas nacionales, un nuevo horizonte del deporte salvadoreño está emergiendo y alentando. Son un grupo de jóvenes y entrenadores que buscan su lugar en el deporte internacional. Y han dado un gran salto de calidad en Juegos Panamericanos Juveniles Terminé anoche en Cali.
El Salvador finalizó 20º en el medallero general de 41 países con 8 medallas, 3 de plata y 5 de bronce. En la zona volvió a quedar por debajo de Costa Rica (16) y Guatemala (18), pero por delante de Nicaragua (22), Panamá (27), Honduras (28) y Belice (sin medallas).
¡Adiós Cali! El Salvador pone fin a participación histórica en Juegos Panamericanos Junior
Uriel Canjura Recién cumplió 21 años y comenzó a jugar al bádminton en el jardín de tierra de su casa en Suchitoto. Hoy representa al club Oviedo en España. Con dos medallas de plata (dobles mixtos y individuales) se convirtió en la figura nacional de estos juegos, que dan fe de dos cosas: su constante progreso y su enorme futuro.
Otro nombre en mayúsculas de estos juegos era el de Esteban Ibáñez. Ayer, en su 21º salto). Por ello, el ganador de esta especialidad se define como el deportista más completo.
Paola Corado Fue el primero en otorgar medallas al país al confirmar su objetivo. Con tan solo 18 años, es la heredera natural de un deporte que disfrutaba El Salvador: el tiro con arco compuesto. Su entrenador Roberto Hernández es uno de los ganadores internacionales de este deporte.
Ivonne Nochez A los 17 años ya había ganado dos medallas panamericanas y sus dos medallas de plata eran la confirmación de su nivel excepcional a tan temprana edad en una disciplina tan exigente como el patinaje de velocidad.
Luchador de karate Marcador de posición de Andrea Ruiz Se unió a los medallistas anoche y ganó un bronce que los expertos confirman que podría haber sido hecho con un metal diferente si los jueces hubieran actuado con imparcialidad. Le alcanzó por el podio en el Kumite (+68 kg) y la oportunidad de competir con los mejores.
Seguimiento, desarrollo y soporte, no hay ningún lugar donde perderse. Con estos campeones de Cali, el futuro del deporte salvadoreño podría cambiar y los vientos podrían comenzar a soplar a su favor.
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