El candidato conservador José Raúl Mulino, favorito en las encuestas y sucesor del expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014), condenado por lavado de dinero y ocultamiento en la embajada de Nicaragua, ganó ampliamente las elecciones presidenciales en Panamá el domingo. El abogado de 64 años obtuvo más del 34% de los votos, nueve puntos por delante de su principal oponente, el candidato de centroderecha, el ex cónsul Ricardo Lombana, que admitió su derrota.

El domingo, tres millones de panameños fueron llamados a elegir a su presidente y renovar los 71 diputados del parlamento unicameral y de los gobiernos regionales en esta elección de única vuelta y mayoría simple. La participación fue alta, superior al 77%. José Raúl Mulino dijo recibir estos resultados con “responsabilidad y humildad”. “No soy un títere de nadie”, subrayó durante un discurso ante sus seguidores.

«Aparte de eso»

La sombra del ex presidente Martinelli, que alguna vez se postuló para un nuevo mandato pero fue atrapado por los tribunales, que lo condenaron a 11 años de prisión por lavado de dinero, se cernía sobre las elecciones. El multimillonario de 72 años también está acusado de escuchas telefónicas ilegales y corrupción en el megaescándalo que rodea a la constructora brasileña Odebrecht. Ricardo Martinelli, refugiado en la embajada de Nicaragua desde el 7 de febrero con su perro Bruno, no pudo presentarse y había designado como su sucesor a José Raúl Mulino, su compañero de fórmula para vicepresidente.

Los dos hombres se conocen bien. José Raúl Mulino fue Ministro de Seguridad bajo el mandato de Martinelli, luego Ministro de Relaciones Exteriores y Ministro de Justicia. Entre 2015 y 2016 estuvo detenido por cargos de corrupción antes de ser puesto en libertad por errores de procedimiento.

El nuevo presidente también acudió a la embajada de Nicaragua después de la votación, donde se reunió con Martinelli. Se saludaron con un cálido abrazo e intercambiaron «mi hermano» y «vamos a vencer», según un video difundido por el equipo de campaña del partido Realizando Metas (RM), fundado por el expresidente.

“Uno de los países más desiguales del mundo”

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), el presidente entrante y su administración enfrentarán unas perspectivas económicas débiles, ya que el crecimiento caerá del 7,3% en 2023 al 2,5% en 2024. Miles de empleos se perdieron con el cierre de la mina de cobre a cielo abierto más grande de Centroamérica en medio de protestas ambientalistas y controversia sobre el acuerdo de concesión.

El Canal de Panamá, por el que pasa alrededor del 6% del comercio marítimo mundial, ha tenido que limitar su tráfico debido a una sequía que ha vaciado los lagos de suministro de agua dulce de las esclusas y pone en duda su sostenibilidad. En términos más generales: “La situación económica es muy compleja”, dice el economista Felipe Chapman.

El historial del presidente socialdemócrata saliente, Laurent Cortizo, se ve socavado por un déficit del 7,2% y una deuda nacional de 50.000 millones de dólares. Panamá, donde el PIB per cápita es uno de los más altos de América Latina, “sigue siendo uno de los países más desiguales del mundo”, según el Banco Mundial.

Con AFP