Los miembros de la Junta de Educación de la Escuela Central de Panamá se encuentran en una situación extraña: están contratando a un nuevo superintendente.
El nuevo superintendente, quienquiera que sea, tendrá grandes zapatos que llenar, ya que Panamá ha tenido la suerte de tener a Carol Hay y luego a Lictus al mando durante las últimas dos décadas.
Ambos se destacaron en el desafiante mundo de administrar un pequeño distrito escolar rural, pero también aportaron una gran experiencia al área. Hay era conocida por su conocimiento de las finanzas educativas y sus asociaciones a nivel estatal.
Mientras tanto, Lictus brindó servicios y puestos de trabajo voluntario compartido con los distritos escolares vecinos durante varios años. Y aunque algunos de esos esfuerzos no condujeron al éxito a largo plazo, el trabajo que Lictus y sus colegas de Clymer and Sherman aportaron a las discusiones demostró que pueden suceder cosas buenas cuando los distritos escolares rurales se unen por el bien de sus estudiantes.
En una era en la que los superintendentes van y vienen en períodos de tiempo relativamente cortos, Panamá ha tenido la suerte de contar con superintendentes destacados que aportaron estabilidad a su distrito escolar en tiempos de agitación a nivel estatal.
Puede que no lo sepas, pero la gente de Panamá tuvo mucha suerte.
«Creador amigable con los hipsters. Gurú de la música. Estudiante orgulloso. Aficionado al tocino. Amante ávido de la web. Especialista en redes sociales. Gamer».