Se mencionan unas quince de las 500 mayores fortunas francesas.

Los nombres de una quincena de las 500 principales fortunas de Francia aparecen en los archivos de la empresa panameña Mossack Fonseca, en el centro de las revelaciones de los «Papeles de Panamá», y están vinculados a sociedades extraterritoriales, se informó el sábado El mundo.

Cinco de ellos no dieron ninguna explicación al periódico francés sobre los motivos de sus acuerdos financieros. La familia Hennessy está así, según Le Monde, «vinculada a dos sociedades offshore creadas en febrero de 2000 por el banco privado Edmond de Rotschild Europe», una que posee los activos de un fondo de inversión en nuevas tecnologías y la otra que permite la gestión de estas. fondos.

“Millones de dólares fluyeron a través de este fondo de gestión un tanto inusual”, que se disolvió en 2014, según Le Monde.

El cofundador del grupo Accor y exsenador de la UMP Paul Dubrule es residente fiscal en Suiza desde 2006. «En 2007 utilizó durante algunos meses la empresa panameña Rymercu Securities Inc. para invertir en Tok y Stok».

Los hermanos franco-libaneses Salim y Jean-Gabriel Eddé, que hicieron fortuna gracias al fabricante de software financiero Murex, también utilizaron la empresa panameña.

“En noviembre de 2009, Salim Eddé fundó la sociedad Seaview Development Equities Limited en las Islas Vírgenes Británicas con el objetivo de adquirir a Murex 467 acciones de su filial luxemburguesa Murex International Luxembourg SA por casi un millón de euros”, señala Le Monde, sin dar más detalles.

Por su parte, el fundador de Ecco, antepasado de la empresa de trabajo temporal Adecco, Philippe Foriel-Destezet, es accionista de varias empresas en las Islas Vírgenes Británicas y Panamá desde 1994.

“Todas estas empresas se refieren a actividades reales en Centroamérica: actividades en el bosque en Costa Rica, Panamá o incluso Santa Lucía bajo la marca Rain Forest Adventures o incluso la construcción (abortada) de un parque de atracciones en las Islas Vírgenes Británicas. ”, escribe el diario, sin explicar de qué se podría acusar al empresario.

En mayo de 2002, el director del grupo Alma (Eau Cristalline), Pierre Papillaud, recibió un poder para la empresa Krewitt, registrada en las Islas Vírgenes Británicas unos meses antes. «No sabemos nada sobre las actividades de la empresa Krewitt hasta su liquidación en octubre de 2011», señala Le Monde, sin decir más.

El diario detalló a principios de esta semana cómo otras familias francesas ricas utilizan empresas ubicadas en paraísos fiscales para optimizar sus ingresos fiscales, prepararse para una futura herencia u ocultar activos.

El Diario/AFP

Pío Toribio

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