Panamá y Colombia están intensificando sus esfuerzos para resolver la crisis relacionada con la afluencia de inmigrantes ilegales dispuestos a cruzar las inhóspitas selvas de Panamá. Los dos países anunciaron el viernes 6 de agosto que facilitarían el tránsito de migrantes que intentan llegar a Estados Unidos a través de sus territorios.
El acuerdo, que fijará cupos para los migrantes en tránsito a partir de la próxima semana, se produjo luego de una reunión entre la canciller colombiana Marta Lucía Ramírez y su homóloga panameña Erika Mouynes.
Otra delegación panameña visitará Colombia el lunes «Para determinar esta cuota de migrantes» quién puede «Recibe seguro y ordenado» en Panamá, dijo Erika Mouynes.
En particular, los dos países están trabajando en soluciones de transporte para evitar cruzar la jungla del Darién. «No queremos que estos migrantes corran el riesgo de ahogarse o pasar el Darién donde sabemos que corren muchos riesgos».dijo Marta Lucía Ramírez.
Miles de migrantes salen de Panamá
Colombia y Panamá están tratando de unir a otros países, incluido Estados Unidos, bajo esta iniciativa de cuotas. «Es un proceso que involucra a muchos países», subrayó Erika Mouynes.
Desde hace varias semanas, miles de migrantes, entre ellos menores y mujeres embarazadas, muchas veces de Haití, esperan en el puerto colombiano de Necoclí a que los botes los lleven a la frontera con Panamá para cruzar la selva del Darién.
Este corredor selvático entre Colombia y Panamá se ha convertido en una escala obligatoria para los inmigrantes ilegales que intentan llegar a México, Estados Unidos y Canadá desde Sudamérica.
Este flujo migratorio había cesado en 2020 debido a la crisis sanitaria y al cierre de las fronteras. Pero desde que reabrieron, después de numerosos cierres cerrados y la grave crisis económica que sumió a muchas personas en la pobreza, los dos países han visto un flujo interminable de candidatos al Éxodo.
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