Cartas desde el Frente Europeo: Valentía

La política libertaria se presenta como la solución a todos los problemas nacidos del miedo. El miedo que les permitió serpentear entre la legalidad y el autoritarismo. Haciendo cumplir sus ideas con bastones. Saborea la dulce amargura del poder. Corrompido por la luz oscura de la obediencia ciega.

Se ríen de nosotros. La risa vuela en nuestras caras. Sus sonrisas se reflejan en las lágrimas y la saliva de aquellos a los que pisotean. Se ríen de nosotros y no nos importa. Viven felices a costa nuestra, estamos de acuerdo con ellos. Somos los culpables de su alegría, objetos de su felicidad, público y actores de un espectáculo amorfo en el que teníamos que participar. La función ya está en el tercer acto y la obra está llegando a su fin. Los palcos lloran los pocos minutos que les quedan, una muestra deliciosa de su poder sobre las cabezas de las masas.

El escenario desigual que han creado la paranoia y la pandemia. La política libertaria se presenta como la solución a todos los problemas nacidos del miedo. El miedo que les permitió serpentear entre la legalidad y el autoritarismo. Haciendo cumplir sus ideas con bastones. Saborea la dulce amargura del poder. Corrompido por la luz oscura de la obediencia ciega. Te gustaba la comodidad de esta situación y ahora no quieres salir. Y cuando explota la olla a presión, señalan a los disidentes y los catalogan de terroristas, malos ciudadanos, egoístas, tóxicos; les tienen miedo porque el coraje es contagioso, se contagia a través de modelos a seguir y los ejemplos inundan el mundo.

A salvo bajo el manto de la mentira, sorprenden a todos con sus incongruencias, pero el delirio de algunos de no abandonar sus dogmas hace que se deslicen hacia lo más profundo de la sociedad. Protegido por el mantra de la sumisión. Recoge los escudos del fanatismo pieza por pieza. El amor por las ideas infectadas con las que son constantemente bombardeados los convierte en partícipes de sus anfitriones. Adoctrinamiento, miedo a la libre elección, incertidumbre sobre el futuro, realidad ensombrecida por sus más oscuras fantasías. Estas son las herramientas de su régimen.

Han comenzado a surgir focos localizados. El hombre nace libre y libre para luchar por lo que quiere. Los rincones de la libertad, los avances a los que nos hemos acostumbrado, son esenciales para la democracia que amamos citar. Pánico, miedo, silencio y censura. Un nuevo macartismo, igual de venenoso, igual de pernicioso, igual de omnipresente, está en el centro de la colisión social. Armas de una guerra secreta. Espadas y arcos invisibles se desenvainan contra la opinión, la justicia y la libertad de expresión.

Se ríen de nosotros. La porcelana brillante de su sonrisa nos deslumbra a través de las cámaras. El éxtasis que genera el borreguismo, agravado por lo diferente, reúne a miles de lobotomizados bajo una sola bandera. Accionistas de una empresa emocional, colaboradores de la represión; Cegados por las mentiras, son incapaces de ver la realidad. La capacidad psíquica generalizada fuerza el uso de los otros sentidos y recibe sólo una parte del contexto.

Pero has visto últimamente que tus sermones y discursos están mostrando su edad, aunque el maravilloso trabajo que has hecho choca perfectamente con el estado de ánimo de la población ahora que estás empezando a vender otras ideas. El miedo es un parásito, cuelga en tus venas y te impide avanzar. El miedo es una cadena, una atadura; El miedo es una fogata en medio del fuego. Pero el miedo tiene una vida corta, muere ante el conocimiento. El miedo es la plataforma antes del coraje. Al coraje. El miedo es sólo el preludio del coraje. Y ahora que ya suenan los últimos tambores de este largo tango, el miedo cede, haciéndose a un lado para dar paso a la valentía. [FIRMAS PRESS]

*Escritor panameño.

Leopoldo Espín

"Certified Introvert. Devoted Internet Fanatic. Subtly Charming Troublemaker. Thinker."

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