En América Latina, China se está abriendo paso hacia el “patio trasero” de Estados Unidos.

Con su pequeño puerto pesquero y sus coloridos barcos, la bahía de Chancay, en el centro de la costa peruana, todavía tiene la sensación de ser una ciudad turística. Cuesta imaginar que esté destinado a convertirse en un centro neurálgico del comercio marítimo internacional que conecte el Pacífico, Asia y Oceanía. Sin embargo, bajo la influencia de perforadoras, camiones y grúas que trabajan día y noche, la bahía ya ha comenzado a cambiar.

Este megaproyecto valorado en 3.600 millones de dólares (3.300 millones de euros) está siendo ejecutado en un 60% por el gigante estatal chino Cosco Shipping Ports. En última instancia, la estructura contaría con quince muelles capaces de albergar los buques portacontenedores más grandes del mundo, un rompeolas y un túnel de tres carriles y 2,8 kilómetros de longitud, que conectaría con la Carretera Panamericana que recorre América de norte a sur. En última instancia, Chancay podría sustituir al puerto peruano del Callao, pero también a los de Valparaíso y San Antonio en Chile, y convertirse en el mayor hub logístico de la costa del Pacífico de América del Sur.

Mientras tanto, Cosco Shipping vuela las colinas con dinamita. Al frente de la Asociación Defensa de la Vivienda y el Medio Ambiente de Chancay, Miriam Arce recibe a la gente en su casa. El polvo lo cubre todo: sillones, muebles, ropa de cama… Las grietas hacen que las paredes se partan. Los platos tiemblan bajo la influencia de una detonación. “Esto lo experimentamos todos los días. La explosión se produjo apenas a cincuenta metros de aquí”., ella está furiosa. El 16 de mayo, la obra provocó hundimientos del terreno, dañó dieciocho viviendas y provocó manifestaciones contra el proyecto.

Puerta estratégica

“Esta enorme obra tendrá impactos ambientales, sociales, humanos y económicos.Alejandro Chirinos, director de CooperAcción, una ONG de protección ambiental, vuelve a preocuparse. Imagínese los portacontenedores “Triple-E” [les plus grands du monde, de 400 mètres de long], alimentados por el fuel más sucio, acaban en este lugar dedicado a la pesca artesanal y al turismo: ¡la bahía está parcialmente destruida! »

La naviera china nos lo asegura «Se han tomado medidas de control de daños y se ha previsto indemnizar a los residentes afectados». a través del proyecto. También promete 1.500 empleos directos, a los que se sumarán 7.500 empleos indirectos una vez que el puerto esté operativo.

El enojo de los residentes locales no se ha reflejado en los enfrentamientos entre comunidades indígenas y empresas mineras chinas en las cumbres andinas. Divididos entre la esperanza de felicidad y el miedo a que se altere su forma de vida, los residentes observan de cerca la creciente presencia económica china en su país. Y el megapuerto de Chancay sugiere que se fortalecerá en el futuro.

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Fernándo Arocha

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