Madres refugiadas: miles de kilómetros para ofrecer un futuro a sus hijos

Mujeres refugiadas que cruzaron decenas país antes de llegar Montréal está creciendo un suspiro de alivio de poder ofrecer un futuro mejor para sus hijos.

“Después de dejar el Congo, llegué a Brasil, donde luego crucé Colombia, luego Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Guatemala. Crucé la frontera en México para ingresar a Estados Unidos antes de llegar a Canadá. No fue fácil”, dice Yasmine Massamba, de 35 años, que llegó a Montreal en julio de 2022 con su hijo Oracle, de dos años. Ahora tiene siete meses de embarazo.

A su lado, Chrislene Dorval realizó el mismo viaje a Quebec en octubre de 2022 tras abandonar Haití.

“Es un camino muy largo y muy difícil”, dice tímidamente Dorval, madre de la pequeña Thalysha, de dos meses. Esta madre de 39 años llegó aquí antes del 25 de marzo, fecha del cierre del Chemin Roxham.




Después de abandonar Haití, la refugiada Chrislene Dorval cruzó numerosos países a pie, en autobús y en taxi antes de encontrar refugio en Quebec.

Foto Martín Alarie, Agencia QMI

Viaje peligroso y difícil.

Al igual que estas dos madres, miles de migrantes toman la misma ruta para llegar a Canadá. Esto se debe a que, al igual que Chile, Brasil expide visas de turista con facilidad, lo que facilita el ingreso al continente que los lleva a América del Norte. Para muchos, el viaje puede durar más de un año, ya que cruzan una decena de países a pie, en autobús o en taxi.

“Estos son viajes migratorios que causan mucho trauma. Estas personas cruzan especialmente el bosque del Darién, que separa Colombia de Panamá, afirma Bruno Hidalgo, portavoz de la organización Pause-Famille, que apoya a las familias del distrito Ahuntsic de Montreal. Allí no hay control, la gente hace leyes y abusa de las familias que pasan por allí. »

A estos inmigrantes también les roban sus documentos oficiales, así como su dinero y bienes durante todo el recorrido.

“Cuando llega aquí, ya no les queda casi nada”, añadió Hidalgo.

Una “ducha” especial

Para ayudarles a dar la bienvenida a su hijo al mundo, pero también para facilitar la integración, Pause-Famille y el Carrefour d’aide aux recién llegados (CANA) organizaron un primer baby shower. La iniciativa, financiada en particular por el Ministerio de Inmigración, Francisificación e Integración (MIFI) y la ciudad de Montreal, se implementó en un momento en que la demanda de ayuda por parte de las madres inmigrantes aumenta cada año.

“Normalmente siempre regalamos ropa o complementos usados. Pero aquí el objetivo es realmente ofrecer a las familias nuevos negocios para que puedan tener un nuevo comienzo, como lo experimentamos aquí cuando nos quedamos embarazadas en Quebec y nuestra familia está allí para ayudarnos”, explica Myriam George, directora de Pause -Organización Familiar.



GEN – CENTRO DE APOYO PARA RECIÉN LLEGADO

Myriam George, directora general de la organización Pause-Famille, e Isabelle Saine, directora del Carrefour d’aide aux Newcomers

Foto Martín Alarie, Agencia QMI

En total, 50 madres recibirán este sábado cajas regalo con productos de primera necesidad para los niños, añade Isabelle Saine, directora de CANA.

“Sentimos que aquí hemos encontrado una nueva familia con todo este apoyo, que nos ayuda mucho. Nos ayuda a sentirnos como en casa aquí en Quebec”, admite Yasmine Massamba.



GEN – CENTRO DE APOYO PARA RECIÉN LLEGADO

Foto Martín Alarie, Agencia QMI

“Sin estas organizaciones, no tendría mucho que ofrecerle a mi hijo de tres meses”, dice Chrislene Dorval.

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Fernándo Arocha

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