Panamá prohíbe nuevos contratos mineros en respuesta a protestas masivas

La gente en Panamá ha salido masivamente a las calles para protestar contra un contrato minero a cielo abierto con la empresa canadiense First Quantum Minerals (Roberto CISNEROS).

El parlamento de Panamá aprobó el viernes una moratoria sobre nuevos contratos de minería metálica después de que miles de personas salieron a las calles durante días para protestar por un acuerdo con una compañía cuprífera canadiense.

En medio del mayor malestar social en Panamá desde las protestas contra el dictador Manuel Noriega en la década de 1980, la Asamblea Nacional aprobó una ley que prohíbe nuevas concesiones mineras para la exploración o extracción de metales.

El presidente Laurentino Cortizo anunció la ley poco después.

La medida se produce tras dos semanas de manifestaciones que han bloqueado carreteras y han privado de suministros a los almacenes.

Las protestas, que continuaron el viernes, estallaron el 20 de octubre después de que el Congreso aprobara una ley que permite a First Quantum Minerals, con sede en Vancouver, operar la mina de cobre a cielo abierto más grande de Centroamérica durante 20 años, con la opción de dejar una extensión por otras dos décadas.

Los manifestantes inmediatamente salieron a las calles del pequeño país centroamericano para protestar por el acuerdo, estableciendo bloqueos en la capital y otras ciudades.

Algunos bloquearon la Carretera Panamericana que conecta Panamá con el resto de Centroamérica.

Los manifestantes preocupados por el posible impacto ambiental de la mina First Quantum aumentaron posteriormente sus demandas, pidiendo una moratoria sobre todos los nuevos contratos mineros.

La prohibición, aprobada indefinidamente el viernes, no afecta al Primer Tratado Cuántico ya firmado, cuya constitucionalidad será revisada por la Corte Suprema de Panamá.

Sin embargo, 103 concesiones mineras auditadas y la renovación de otros 15 contratos existentes serán suspendidas, según el Centro de Defensa Ambiental de Panamá CIAM, una organización no gubernamental.

– ‘Gran logro’ –

La activista Raisa Banfield calificó la decisión del viernes como «un logro importante para un país que estaba a merced de la minería».

El gobierno ha defendido el contrato de First Quantum, diciendo que la mina generaría alrededor de 375 millones de dólares anuales para el estado.

También advirtió que si se cerrara la mina se perderían 8.000 empleos directos y alrededor de 40.000 empleos indirectos.

Esto no calmó a los manifestantes, que continuaron con sus bloqueos, y llevó al presidente a proponer un referéndum sobre el tratado.

Esta idea fue rechazada por el Tribunal Electoral de Panamá, que habría sido el encargado de organizar el plebiscito.

El gobierno y el parlamento han acordado ahora que el Tribunal Supremo debería tomar la decisión final sobre la validez del tratado. No se sabe cuándo decidirá el tribunal.

First Quantum, que ha invertido más de 10 mil millones de dólares en Panamá, dice que aporta el cinco por ciento del PIB del país.

Desde su apertura en febrero de 2019, la mina ha producido aproximadamente 300.000 toneladas de concentrado de cobre al año.

«El país dice ‘no’ no sólo al tratado, sino también a esta forma dañina de desarrollo económico insostenible», dijo a la AFP la directora del CIAM, Lilian Guevara.

«Las actividades mineras y este proyecto en particular son completamente desproporcionadas en un pequeño país tropical con una biodiversidad muy alta, dependencia de los ecosistemas y vulnerabilidad al cambio climático», dijo.

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Eufémia Tierno

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